Un año mas

Un año mas encerrado, atado, confinado,

gritando desde el olvido

atado a un devenir

encerrado en este lugar.

Pasan los días y al darme cuenta ya ha pasado un año mas;

y me pregunto: ¿Cuándo saldré de aquí?

grito a los cielos con los labios enmudecidos,

esperando que los días pasen sin ver avanzar a los años.

Un año mas y sigo aquí, cada día mas atado que el anterior,

cada día, gritando mas fuerte sin mover los labios.

Deseos

Intentando contenerme, sofocarme, calmarme,

mientras observo la silueta semi desnuda únicamente cubierta por breves trozos de tela

escuchar la voz, percibir el aroma, saberla cerca, desnuda, cautiva,

saberla tan cerca y sin poder tocarla.

De reojo veo su piel intacta,

la meta que indican sus muslo oculta bajo púdica prenda,

así, silente, quieta, despreocupada, miro de reojo, como queriendo no ver.

Sus pechos desbordantes de blanco marfil,

sosiego mis ansias de acercarme y hacerlos míos

retirar lo que interfiere entre esa piel y la mía,

quitar lo mínimo que aun a quedado sin quitar,

poseer ese cuerpo, saciar esa sed de días,

y terminar empapado en ella.

Tan solo someterme queda, sin pronunciar palabra,

sin poder tocarla, tan solo ver y aguantar la sed de vida. 

Te vi venir

Te vi venir a los lo lejos, cándida, silente, como antes,

con una sonrisa coloreada en rojo por el brillo de aquel ocaso,

te vi venir como antes, te vi venir a lo lejos.

No sabes cuanto te extraño, cuanto deseo volver a escuchar tu voz,

volverte a ver de frente, porque solo te vi venir a lo lejos.

Aun sueño tu voz resonando en el ocaso, entre las calles viejas.

Te vi venir a lo lejos bella mujer y te vi pasar de reojo,

aun extraño tu bella voz en las tardes, aun extraño tus brazos, tus abrazos.

Te vi pasar de reojo, alejándote de mi, sin pronunciar palabra, sin voltearme a ver,

en el ocaso del día, es lo mas bello que pude vivir,

tu rostro que oculta esa bella sonrisa, tu cara y tu olor que jamas olvide.

Te vi alejarte, quizá otro día, pueda volver a verte venir...

Cisaprida

Una noche mas, tan solo una noche mas y el aura vuelve en tan solo un segundo,

la soledad me sofoca y grita en los ojos cansados de tanto esperar, de tanto leer, de tanto observar;

gritos ahogados en un cubículo, se escucha una voz llamando a lo lejos,

esperando que en un grito esto termine por fin, que la moneda gire con una tercera cara