Desearte cada día, querer volver a tocar tu piel,
sentir el roce de mis manos por tu ser,
saborear tu cuello, enredarme en tus cabellos,
palpar ese blanco tul de tu piel,
sentirte toda, sentirte mía.
Saborear de tus labios la dulzura de tu aliento,
sentir tu pulso acelerado,
escuchar el jadeo ahogado, silente,
saber que disfrutas con tan solo verte.
De tus pechos blancos de azucena,
que se ericen los poros con tan solo rosarlos,
percibir sus sabores, paladearlos lentamente,
evitar que se escapen de mis manos.
Deseo el blanco tul de tu piel,
sueño que vuelves a mi,
sueño que estas aquí.
Mis ansias no puedo dominar,
de volverte a tocar,
de volverte a amar,
en un grito ahogado clamo tu nombre,
suplicando el volver a estar dentro de ti,
suplicando que tu cuerpo este junto a mi.
En desesperanza, en este frío despertar,
sabiendo que ya no te puedo amar,
sabiendo que jamas te volveré a besar,
que todo terminó
