Y me detengo en tus labios
saboreando detenidamente
su aliento,
sintiendo la humedad que
nace de allí,
hurgando, besando,
sintiendo su delicadeza.
Y me detengo en tus
muslos,
saboreando cada centímetro
de ellos,
sintiendo cada una de sus
imperfecciones,
tocando cada una de sus
curvas.
Paso por tus piernas, tus
pies,
empapándome del fino
aroma de ti,
sintiendo tu piel, tus
dedos, cada rincón de ellos,
me detengo en ti, en toda
tu piel.
Percibo tu aroma, escucho
tu voz,
me detengo en tu boca,
ahogo ese gemido,
y te beso despacio, te
beso profundo.
Aprisiono tu pechos, los
siento fundidos a mi,
tu piel se eriza, tus
palabras pierden sentido,
y me detengo en tu
vientre, me detengo en ti.
Y regreso a tus labios,
dulces y delicados,
derraman su esencia, me
empapan el rostro,
los beso muy fuerte, pero
no sientes dolor,
los saboreo despacio, me
embriago de su licor.
Recorro con la lengua tu
espalda,
me detengo en el abismo
donde encuentra su fin,
Te recorro completa, ya no
hay nada oculto de ti.
Te habito como si fuese la
primera vez,
conquistando cada espacio
de ti,
solo me sonríes
delicadamente,
solo te permites
disfrutar.
Y detengo la noche, para
nunca irme,
y me detengo en tu cuerpo
para amarte,
detengo el tiempo y jamas
podrás irte,
solo deseo detenerme y no
volver a perderte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario